Colectivo Saidel Brito - Desmembramiento de Acteón
Esta exposición forma parte del grupo de investigación “Pasaje-desdoblamiento: el desmembramiento de Acteón”, y se propone profundizar en la noción de lo pictórico como materia viva y pensante, es decir, intenta establecer un intercambio reflexivo y plástico sobre las posibilidades de aproximarse a una manifestación de la pintura como superficie inestable desde la cual la materialidad de las cosas puede resistir y emerger en su condición doble, esto es como objeto concreto y como energía desbordada del signo de lo existente. Lo pictórico entonces se encarna, se hace palpable como cuerpo mutante que se expresa a través del detalle, del vacío, de la mancha, de lo que está repleto de capas, y que al percibirlas ayudan a que se expande su singularidad hacia otros medios como lo instalativo, lo escultórico y lo fotográfico.
Lo pictórico es un detonante para animar a los artistas que forman parte de este proyecto pensar el proceso creativo enredado en los pliegues de una materialidad que se define como múltiple e inagotable, que exige que se especule sobre el gesto artístico, desde la propia práctica, en comunión con una percepción de la realidad que aspira superar al propio pensamiento de lo humano racional para instalar en su lugar lo que Walter Benjamin denominó Unmensch, es decir, lo inhumano, lo monstruoso, escenario en donde la perspectiva del ser humano es desmembrada para ser recompuesta como exceso, indeterminación, potencia.
La pintura es una superficie inestable en donde se instala lo existente como un ensamblaje de percepciones y objetos diversos, definiéndola como superficie matérica que alberga capas semánticas diversas y delirantes. Esfera dinámica e incierta en la que también se pueden identificar la noción de retardo en Étant donnés de Marcel Duchamp y su diálogo indeciso con la condición del mundo originario que Gilles Deleuze descubre en la obra cinematográfica de Erich von Stroheim, mezclando los distintos comportamientos de la postergación duchampiana y la fuerza destructiva en Stroheim. Proceso que, al diferirse, dilatarse, produce una fricción formal: el ver es mediado por un a través como obstáculo. He aquí que la figura de Acteón es clave como entidad que mira para luego ser desbordada por la mirada de otro que lo desmantela, incorporándolo a una escena de lo imposible.
(…) contribuciones agenciales de las fuerzas no-humanas (operantes en la naturaleza, en el cuerpo humano y en los artefactos humanos), en un intento de contrarrestar el reflejo narcisista del lenguaje y el pensamiento humano. (…) El poder-cosa da cuenta de la extraña capacidad que los artículos ordinarios de fabricación humana tienen para exceder su estatus de objetos y para manifestar rasgos de independencia o de vitalidad, conformando así el afuera de nuestra propia experiencia. Jane Bennet
La obra de arte como método desde el cual se descompone la figura para reconfigurarla a partir de los objetos que atraviesan nuestro campo vital, exigiendo nuestra atención, reventando y deslumbrando el espacio que parecía tan familiar y que, por la fuerza de la indagación formal/conceptual, se dislocó invadiendo el marco con su fuerza de fragmento, con sus violentas, nebulosas inadecuaciones.
– Jorge Aycart Larrea